sirve para prevenir y tratar más de 300 enfermedades: anemia, ansiedad, asma, bronquitis, cólera, conjuntivitis, dolor de cabeza, de garganta, escorbuto, hipertensión, úlceras, etc
Tanto las hojas frescas como las secas proporcionan fuentes sustanciales de vitaminas A y E, y las hojas frescas aportan una cantidad considerable de vitamina C. Las hojas de moringa también parecen aportar cantidades moderadas de calcio, magnesio, hierro, tiamina (hojas secas) y vitamina B-6.